Hace ya mucho tiempo que jugueteo con la idea de crear un pequeño espacio en el que poder compartir algunas de mis ocurrencias más o menos intrépidas, ciertos pensamientos bajos, altos y medios, ideas fugaces y otras que se repiten con rotundidad.
Creí que era necesario presentar un hilo conductor claro, bien definido, estructurado; un tema concreto que no llevara a confusión ni a los posibles lectores de estas líneas ni a mi misma.
Y tanta constricción asfixiante nacida de la necesidad innecesaria de empaquetarlo todo en compartimentos estanco hizo que decidir si prefería hablar de películas, zapatos de tacón o aventuras filosófico-vitales convirtiera un posible divertimento en un "no hacer" con forma de espuma vacía.
El lunes pasado vi "Buscando a Nemo" (me parece aún más alentador el título original "Finding Nemo") y me emocioné de una forma inexplicable. Son esas enseñanzas al más puro estilo pequeño saltamontes, que a veces se nos presentan como baratas por repetidas, las que de repente nos iluminan.
Entendí entonces que incluso con una aleta un poco defectuosa, uno puede aventurarse y explorar el mar abierto. Seguir nadando, seguir nadando... sin saber lo que se puede encontrar entre corrientes...
Hoy comienzo a aletear, a jugar y a amasar el desparrame mental. Al fin y al cabo ¿qué receta apetitosa se prepara con un único ingrediente?
Baronesa van Ritzo
Creí que era necesario presentar un hilo conductor claro, bien definido, estructurado; un tema concreto que no llevara a confusión ni a los posibles lectores de estas líneas ni a mi misma.
Y tanta constricción asfixiante nacida de la necesidad innecesaria de empaquetarlo todo en compartimentos estanco hizo que decidir si prefería hablar de películas, zapatos de tacón o aventuras filosófico-vitales convirtiera un posible divertimento en un "no hacer" con forma de espuma vacía.
El lunes pasado vi "Buscando a Nemo" (me parece aún más alentador el título original "Finding Nemo") y me emocioné de una forma inexplicable. Son esas enseñanzas al más puro estilo pequeño saltamontes, que a veces se nos presentan como baratas por repetidas, las que de repente nos iluminan.
Entendí entonces que incluso con una aleta un poco defectuosa, uno puede aventurarse y explorar el mar abierto. Seguir nadando, seguir nadando... sin saber lo que se puede encontrar entre corrientes...
Hoy comienzo a aletear, a jugar y a amasar el desparrame mental. Al fin y al cabo ¿qué receta apetitosa se prepara con un único ingrediente?
Baronesa van Ritzo
Deseando leer más...
ResponderEliminarDeseando amasar más...
Deseando practicar más...
Y siempre..., deseando nadar más.
Te deseo lo mejor,
la mujer de mar
Al final no me queda del todo clara la temática de este blog... ¿zapatos de tacón? Sólo espero que finalmente te decidas por este apasionante tema.
ResponderEliminarEn cualquier caso, quedamos ávidos de literatura mientras intentamos vaticinar el desparrame mental con el que nos sorprenderás en futuras ediciones...
Besos.
P.D.: La maravillosa palabra clave que me aparece para verificar el comentario es PASUBSO.
Sin duda alguna, digna de tan insigne blog.
Queremos más.
ResponderEliminarEl ínclito Raúl Muniente, a quien a menudo cito, siempre firma sus misivas diciendo "no pretendo ahogarme, sólo seguir nadando hasta que me hunda, que no es precisamente lo mismo". Y voto al diablo que es verdad.
ResponderEliminarAterrizo aquí y me gusta el comienzo, así que me quedaré a ver como este rincón se crea ... yo, después de muchas vueltas a todo, me di cuenta de que adoro el caos armónico de la vida ... y desde ahí creo.
ResponderEliminarMe encanta que te hayas animado.